lunes, 24 de enero de 2011

La batalla del movimiento, al papel*


¿Cómo contar con palabras la danza contemporánea? A partir de esa inquietud, Coreógrafos, Bailarines e Investigadores del Movimiento de Rosario (Cobai) crearon Inquieta, una revista trimestral que tiene como fin abrazar un público “infinito”, para que ejercer la disciplina ya no sea como patinar sobre la superficie de un rayador.

Por Ailín Bullentini
Fotografía gentileza Cobai Rosario

Buenos Aires, enero 6 (Agencia NAN ‑ 2011).- Reconocen como una tarea difícil el intento de contar con palabras la danza contemporánea, algo que cobra sentido sólo con el movimiento de los cuerpos. Pero los Coreógrafos, Bailarines e Investigadores del Movimiento de Rosario (Cobai) le pusieron el pecho y se tiraron a la pileta con Inquieta, una revista trimestral que tiene como objetivo abrir el mundo de la danza contemporánea de esa ciudad de Santa Fe y del país al resto de la sociedad. “Es un modo diferente de aparecer públicamente, de responsabilizarnos y dejar de esperar, de asumir un rol en la construcción social de esto que nos convoca y nos gusta hacer”, se animó a definir Verónica Rodríguez, integrante de la comisión directiva del colectivo y del consejo editor de la publicación, una de las diez ganadoras del concurso Abeladro Castillo, de la Secretaría de Cultura nacional.

-- ¿Qué se cansaron de esperar?
-- Que los obstáculos a los que se enfrenta “la contemporánea” se resuelvan por la providencia o por algún proyecto político de otro. Creo que es apropiarnos de lo que nos pasa, ponerle palabras, sacarlo a la luz y hacerlo público desde un lugar muy propio.

Comienza la charla virtual, y Verónica Rodríguez le explica a Agencia NAN los baches que hacen que el andar por el sendero de esa disciplina del movimiento sea como patinar sobre la superficie de un rayador: circuito chico, cerrado, falta de fomento estatal, falta de difusión, ghetto. “La danza es un grupo menor dentro de la masa de artes escénicas. En forma aislada, es muy complejo tener peso en las decisiones políticas que atañen a la distribución equitativa de recursos y posibilidades de crecimiento. Por ejemplo, en Rosario no hay salas para danza. Entonces todos los laburos que se hacen son en espacios reducidos que coartan la dimensión de la oferta. El límite espacial es un problema a abordar políticamente, al igual que la difusión y la lucha en el terreno de la comunicación”, insiste.

La primera batalla decidieron librarla hace poco más de una década, en 1998, cuando se animaron a conformar el colectivo. Por entonces, la promulgación de la ley de teatro había impulsado la creación del Instituto Nacional del Teatro, y entendieron que para poder participar de ese espacio necesitaban organizarse. Así, de la unión de tipos y tipas que se conocían de clases de danza y de bailar en espectáculos independientes que circulaban por las calles de la ciudad santafesina de Rosario, surgió la asociación civil. “Era necesario asociarnos. Generalmente quedamos fuera de los circuitos de comerciales, porque así lo buscamos, pero de esa manera es una actividad difícil de sostener. La contemporánea es netamente independiente y no se puede subsistir sino es en forma colectiva”, considera Verónica.

Pero no fue hasta principios de 2010 que la razón de ser de Cobai dio una triple déboulé l`aire --tres vueltas sobre el eje del mismo cuerpo en el aire, de un solo envión: una figura dificilísima en la danza--. Porque a las actividades que siempre realizaron como colectivo, que tienen que ver con gestionar espacios de ensayo y de exhibición gratuitos o a muy bajo costo para los realizadores, organizar seminarios y festivales --El Cruce es muy conocido en la provincia--, sumaron la realización de Inquieta.

En parte, la lucha en los medios de comunicación forma parte del abordaje político que Verónica apuntaba rato antes. “Es indispensable, en primer lugar, para dejar de lado el discurso de ‘pobres bailarines, últimos orejones del tarro’, y después para abordar desde la palabra todas las otras cuestiones que nos pasan”, explica la muchacha. Además, claro está, la publicación también sirve para difundir la producción local. Por si usted, señora, no logra comprender aún, estos rosarinos bailan “raro”, pero no comen vidrio: “La difusión de la danza contemporánea es una herramienta muy importante para resolver, de alguna manera, el aislamiento en que esa disciplina se encuentra. Socialmente, lo que hacemos sigue apareciendo como poco conocido.”

Si se le pregunta a un grupo de gente que no es del palo si sabe de qué se trata la danza contemporánea, es muy probable que la respuesta sea: “Sí, de bailar.” “La explicación se hace muy difícil desde la oralidad”, apunta la bailarina que comparte la edición de la publicación junto a su compañera Abigail Gueler. Entonces, la vuelta que pensaron en darle tiene a la revista como protagonista. ¿Por qué? Pues porque ofrece una red amplia de vías desde las que entrarle al tema. Los artículos que poblarán sus páginas constituyen investigaciones y artículos sobre novedades de la disciplina, “escritos para que lo pueda comprender el común de la gente. Inquieta no es sólo para entendidos --apunta una de sus creadoras— sin que se pierda la idea de permanente búsqueda que hace al arte contemporáneo”.

También hay artículos de opinión, que más que opinar, enseñan; notas sobre personajes destacados de la danza y de lo que sucede con la disciplina en la región. Además, las páginas tienen una carga muy importante de crónicas y escritos en primera persona en las que se pueden encontrar experiencias de los realizadores, de los bailarines y del resto de los personajes que forman parte del mundillo de “la contemporánea”. Ahí está, para Verónica, el punto de equilibrio en el que el grupo se siente cómodo, algo así como realizado: “Hay que encontrar el encuentro entre la experiencia estética, artística y lo público desde distintos medios. Laburamos fuertemente desde lo corporal y eso hace difícil la construcción de cada historia. Si avanzamos en poder escribir sobre lo que hacemos, se abre un panorama muy interesante”, remarca.

Pero rápidamente se frena, y afirma: “Vamos de a poco. La escritura es realmente un desafío. Nos parece importante que la revista abra temas, genere preguntas. No tenemos intenciones de que sea una revista especializada, sino que el público se convierta en infinito.” En la publicación escriben socios de Cobai Rosario, pero puede hacerlo quien guste, ya que la producción de la publicación también es inclusiva: “Tenemos una estructura con secciones, pero con la flexibilidad suficiente como para que se sumen otros a escribir.”

Sitio: www.cobairosario.blogspot.com

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